Paisaje de un Vagabundo Nostálgico y Pródigo

La persona (I) La palabra “persona” etimológicamente viene del griego prósopon , que dentro del pensamiento griego, significa cara, rostro, fachada o parte delantera. El sentido que más interesa es el que coincide con la voz latina de máscara . Puesto que, dentro del teatro se representa a alguien; de aquí que, la mascara es la representación de un personaje. Dentro de la teología cristiana se utilizó la palabra “persona”  propia y principalmente para referirse a Dios, y sirvió para explicar la doble naturaleza de Jesucristo; en un segundo plano y muy impropiamente al hombre [2] . Pero adviértase que, para referirnos a la persona no preguntamos: ¿qué cosa es?, sino decimos ¿quién es? Ya que a la pregunta personal se responde: yo soy. La persona no es algo sino alguien, no es un qué sino un quién . Cuando nos referimos a alguien es a una realidad corporal instalada en el mundo, con características propias, irreductible a cualquier cosa, y a cualquier otra persona.  La pe

La espiritualidad de Santa María de Jesús Sacramentado: Entrevista el hermano Ignacio Moreno Rivera ¿Por qué ocuparnos de la espiritualidad de Santa María de Jesús Sacramentado hoy? Nos podemos acercar a su espiritualidad en los libros que surgen en vida y a partir de su proceso de beatificación y canonización, que llevó a cabo Monseñor Oscar Sánchez Barba. Primero, contamos con un cuaderno que se le sacó copias, en éste cuaderno Santa María de Jesús Sacramentado apunta los ejercicios espirituales que debe ejercer durante la jornada del día: al levantarse, durante el día y después al irse a acostar. Al finalizar el día hace un examen de conciencia, y ese examen de conciencia lo tenemos nosotros en uno de sus libros que se lee. Segundo: contamos con tres libros que es el compendio del proceso de beatificación y canonización. El primero es de testimonios de personas que escriben a la Madre Naty en vida y la Madre Naty responde a las cartas que le son enviadas; la

Del Tratado de san Cipriano, obispo y mártir, Sobre la oración del Señor. (Cap. 13-15: CSEL 3, 275-278) VENGA TU REINO Y HÁGASE TU VOLUNTAD Prosigue la oración que comentamos: Venga tu reino. Pedimos que se haga presente en nosotros el reino de Dios, del mismo modo que suplicamos que su nombre sea santificado en nosotros. Porque no hay un solo momento en que Dios deje de reinar, ni puede empezar lo que siempre ha sido y nunca dejará de ser. Pedimos a Dios que venga a nosotros nuestro reino que tenemos prometido, el que Cristo nos ganó con su sangre y su pasión, para que nosotros, que antes servimos al mundo, tengamos después parte en el reino de Cristo, como él nos ha prometido, con aquellas palabras: Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión del reino que está preparado para vosotros desde la creación del mundo. También podemos entender, hermanos muy amados, este reino de Dios, cuya venida deseamos cada día, en el sentido de la misma persona de Cristo, cuyo próximo advenimiento

INFANCIA Y JUVENTUD DE SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO VENEGAS En la Tapona ranchería perteneciente a la cabecera municipal de Zapotlanejo en el estado de Jalisco, nació María Natividad un martes   8 de septiembre de 1868 siendo la hija décimo segunda del matrimonio de Don Doroteo Venegas Nuño y María Nieves de la Torre Jiménez; fue bautizada el 13 de septiembre del mismo año a los apenas cinco días de haber nacido, por el Padre José María de Anda quien le impuso el nombre de María Natividad por haber nacido el día en que la iglesia celebra el nacimiento de nuestra Señora la Virgen María. Su infancia la vivió de manera   inestable debido a la caridad que ejercía su padre al desprenderse de sus bienes viéndose en la necesidad de irse a vivir a San Leonel, Las Varas, Mecatán y San Pedro Lagunillas. En este último lugar aprendió a leer, escribir y a contar además de lo que su padre le enseñaba como la métrica para hacer versos y así en ella crecía el gus

ORACIONES, MÁXIMAS Y PENSAMIENTOS, QUE SANTA MARÍA DE JESÚS SACRAMENTADO, REPETIA FRECUENTEMENTE LLEVÁNDOLA AL CIELO. 1. Todo   cuanto hiciere y padeciere en este día, quiero que sea por Ti y por Tu amor. 2. (Al entrar a la capilla por la mañana) “ ecce venio ”, he aquí que vengo, señor para hacer tu voluntad. 3. Oh mi Jesús Eucaristía; aquí estoy ¿Qué queréis? ¿Qué mandáis a esta tu sierva en este nuevo día? 4. (Al salir de la capilla) Oh dulcísimo Jesús mío, aquí me quedo para hacerte compañía y tu te vas conmigo para acompañarme todo el día. 5. Oh Jesús mío, por completo me entrego a Ti, para que Tú seas el único   que disponga de mí. 6. Todo por vos, Corazón de Jesús. 7. Señor, en Ti, por Ti, y para Ti, en Ti, delante de Ti, por Ti, por Tu Amor, para Ti, para Tu Gloria. 8. En el cumplimiento del deber, muchas veces hay que dejar a Dios por Dios. 9. El religioso que no es obediente, no debe llamarse religioso. No ser obediente, es no s

Tierras áridas En este pequeño ensayo quisiera plasmar algunas ideas que Eduardo Galeano, con la lectura del libro de “Las venas abiertas de América Latina” me inspiro o de alguna manera me llevó a ello. Con la conquista de América y con los nuevos productos traídos de Europa, se inicio una rápida y prolongada exterminación de las riquezas naturales de las nuevas tierras, que en la actualidad ya no existen, más que en nuestro recuerdo. Tal vez me nazca este sentimiento por las experiencias que en mi familia se dieron. Mi papá toda su vida fue campesino “mediero” y al principio –nos  cuenta– que fue trabajador –jornalero de estos grandes Señores que monopolizaban las tierras–; con algunos años de trabajo en los E.U. se hizo poco a poco de una vacas y un terreno propio donde vivir. Todo esto como preámbulo de la devastación que se dio en una zona llamada San Roque, donde a esta zona le daba vida el rio de Calderón, era una zona –recuerdo, porque mi papá nos llevaba a trabajar–