Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2012

Frases de Santa María de Jesús Sacramentado

Imagen
“El humilde conocimiento de tí mismo  es el más cierto camino para llegar a Dios”                    Esta frase que Santa María de Jesús Sacramentado repetía (que vivió), es el inicio de todo camino espiritual que se quiera emprender, puesto que, el conocimiento propio nos lleva a alcanzar la virtud de manera más fácil. Si uno conoce al enemigo es más fácil de vencerlo, si no, el tiene la misma ventaja de ganar o de perder que yo.          En los grados de perfección que Santa María de Jesús Sacramentado tiene como camino hacia Dios, hace mención de este conocimiento y cómo debe ser tratado en la vida personal, son cuatro grados específicos donde la perfección se puede alcanzar por medio de este conocimiento: 1º Conocimiento perfecto de nuestros defectos, o de nosotros mismos; 2º Ya conocidos una lucha sobre nosotros mismos; 3º Temor grande de nuestras faltas; 4º Temor grande de nuestra fragilidad. El temor sobre nosotros mismos versa sobre el amor a nuestro Señ

Crónica del 21 de marzo 2011 en el Ixtepetec, Guadalajara, Jal.

Imagen
  Justo a las 8:00 en punto de la mañana, el sol ya había salido. La ciudad estaba despejada, poco tráfico (día de inanición) por las calles. En la puerta de la entrada había una lona impresa con el programa que se había de realizar a lo largo del día; entre los eventos se encontraban rituales, conferencias, conciertos, ceremonias, así como talleres para niños. Muchos puestos de comida, y artesanías por la avenida y la entrada principal. Seguí los caminos de cemento que conducen a la pirámide central. En cuanto me iba acercando el aroma a copal, los sonidos del caracol que resuena de manera continua, el ¡tum tum! de los tambores eran cada vez más intensos. Un pasto seco y amarillo por el sol, pocos árboles y con muy poca sombra; a lo lejos y en rededor se aprecia el levantamiento de viviendas. Una zona arqueológica a las afueras de la ciudad, donde la urbanización la han superado. Subí a la pirámide central o la más alta reconstruida, se encontraban no más de 100 pers

Pensamientos de una niña

     C reo que las flores hablan, y a veces las nubes juegan, creo que el viento les dice cosas gratas y viene a charlar con ellas. Creo que el sol canta, y sale a dar un paseo con su auriga dorada, Creo que toca todo mientras pasa: con desdén marchita y con ternura abraza. Creo que la luna nos atrae con su fuerza de plata; creo que arranca suavemente: con movimiento dulce y sereno, la oscuridad triste, frívola y solitaria. Creo que los arboles con raíces eternas comunican a la tierra el trajín del día, creo que le dicen bellas melodías, mientras los días pasan. Creo que los pájaros envueltos en papel, el cielo alegran con colores, que sus bellas alas envidio; volar sueño, lejos con el corazón y mis amores. Creo que Dios no me quita su mirada, ni la de estos bellos paisajes; creo que alegres vuelven los ángeles, llevándote cosas maravillosas del hombre amándote. Josefina Lozano Díaz Samuel Hernández

Las emociones y la fiesta patronal el caso del barrio de San Francisco de Asís en Zapotlanejo, Jal.

Samuel Hernández Vázquez Introducción Quisiera poner en la mesa de discusión un tema que es relevante para comprender las acciones de las personas: la relación que tiene la emoción y el fenómeno religioso. Es común entre los científicos sociales, ignorar el componente biológico de la conducta de las personas. Inquirir exclusivamente desde el punto de vista sociológico sobre el origen de las acciones cotidianas implica una negación de la dimensión orgánica de las personas, en tanto que ésta es también humana  (De la Peña, 2002) . Las emociones nos permiten identificar cuándo y en qué medida una práctica, una creencia, un norma, un valor o una institución ha sido investida de emotividad y compromiso, así como el caso contrario  (Rodríguez, 2008) . Entiendo que las emociones son un punto interesante para el estudio de la religión, nos pueden explicar de manera diferente este fenómeno y son elementos clave para identificar la importancia motivacional que tiene fijada una i

Sobre el Espíritu Santo

SEGUNDA LECTURA Del Libro de san Basilio Magno, obispo, Sobre el Espíritu Santo (Cap. 9, núms. 22-23: PG 32, 107-110) LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO ¿Quién, habiendo oído los nombres que se dan al Espíritu, no siente levantado su ánimo y no eleva su pensamiento hacia la naturaleza divina? Ya que es llamado Espíritu de Dios y Espíritu de verdad que procede del Padre; Espíritu firme, Espíritu generoso, Espíritu Santo son sus apelativos propios y peculiares. Hacia él dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación; hacia él tiende el deseo de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo es para ellos a manera de riego que los ayuda en la consecución de su fin propio y natural. Fuente de santificación, luz de nuestra inteligencia, él es quien da, de sí mismo, una especie de claridad a nuestra razón natural, para que conozca la verdad. Inaccesible por su naturaleza, se hace accesible por su bondad; todo lo llena con su poder, pero se comunica solamente a los que s

Una buena reflexión sobre las redes sociales. Para nuestro tiempo

Una buena reflexión sobre las redes sociales. "A pesar de que buena parte de lo que los críos hacen en línea puede parecer trivial y frívolo, lo que llevan a cabo es construir la capacidad de conectarse, comunicarse y, finalmente, movilizarse. Desde Pokémon hasta protestas políticas ma sivas, lo que distingue este momento histórico y a la generación naciente hoy en día no es sólo una forma de expresión en los medios distinta, sino también de qué manera está expresión está ligada a la acción social" ( Mizuko Ito , Media Literacy and social action in a Post-pokemon world, 2009). Publicación de, Jorge Hidalgo Toledo, disponible en:  http://www.facebook.com/jorgehidalgo

Monologo de Hamlet

Comparto este monólogo de Hamlet de William Shakespeare, que va en conjunto con el monólogo de Segismundo de Calderon de la Barca. Obras contemporáneas.  Hamlet:   ¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe más dignamente optar el alma noble entre sufrir de la fortuna impía el porfiador rigor, o rebelarse contra un mar de desdichas, y afrontándolo desaparecer con ellas? Morir, dormir, no despertar más nunca, poder decir todo acabó; en un sueño sepultar para siempre los dolores del corazón, los mil y mil quebrantos que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara concluir así! Morir... quedar dormidos... Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo que detiene al mejor. Cuando del mundo no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños vendrán en ese sueño de la muerte! Eso es, eso es lo que hace el infortunio planta de larga vida. ¿Quién querría sufrir del tiempo el implacable azote, del fuerte la injusticia, del soberbio el áspero desdén, las amarguras de