Te llevas y no aguantas
Las redes sociales (RS) son una
extensión de nuestra vida que nos liga a una identidad en entornos virtuales.
La materialidad de la identidad es el cuerpo, el número de identificación que
nos proporciona en Estado y todas las acciones que se imputen haber realizado.
Como si fueran mundos distintos: cielo o infierno. Sin embargo, todavía no hay
una incisión radical que permita actuar de forma indistinta. Así como no se
puede separar la mente del cuerpo, tampoco se puede separar el “yo real” del
“yo virtual” (la identidad construida por la RS).
Los medios de comunicación tradicionales o analógicos (radio, televisión, cine), mantuvieron una correspondencia entre el yo real y su yo virtual (a pesar de escándalos e inconsistencias). Hoy parece problemático con el uso masivo de la RS, porque no hay tal incisión y muchos actúan como si fuera una realidad alterna. Afortunadamente las leyes aseguran tal unidad, la acción causada por un sujeto es atribuida a sí mismo (sean el entorno real o virtual).
En la reseña al libro Identidad y
virtualidad (2021) de Gabriel Pérez Salazar, señala que la identidad es un
proceso dinámico de acción e interacción, donde la igualdad y la diferencia se
estructuran en las posiciones de poder a través de relaciones sociales entre el
individuo y el entorno social. Además, en el entorno virtual, la identidad se
multiplica y se manifiesta de manera infinita, cristalizando la actividad del
ser en un campo relacional multimediado, donde el sujeto incorpora selectivamente
diversas narrativas y trazos[1].
Recientemente un comediante standupero
mexicano que ha hecho del humor negro su fortuna, está siendo víctima de una luvia de comentarios negativos en RS por subirse al trending topic del momento “La casa
de los famosos”. Y es que, sus dichos, subidos a diversas plataformas, se
están cuestionando y castigando con su mismo contenido; no solo a su persona,
se llevaron de corvarta a su familia. Como señala Ana María Olabuenaga,
las RS “actúa(n) en nombre del ‘bien’, buscando y obteniendo contra el presunto
agresor un castigo offline que puede ir desde la pérdida de reputación,
trabajo, bienes materiales y/o simbólicos o hasta la vida”[2].
Aumentan los comentarios negativos en RS en contra de Franco Escamilla. Usuarios de RS están usando chistes de su repertorio dirigidos a su hija, con motivo de su fiesta de quince años. En un comunicado responde a estos comentarios justificando su trabajo y que su familia no tiene nada que ver. Además, pidió que dejaran de meterse con su familia y criticó a quienes lo atacan bajo la excusa del "yo sí puedo hacerlo" (Link). (Algunas ligas de RS sobre el contexto del caso: tiktok, Twiter, y otras.)
Este semana sigue el trending
topic, sin embargo, no se sabe el cauce que tome esta problemática, puesto que
el comediante mantiene una postura justificativa de su trabajo y trayectoria,
sin estar consciente de la fuerza de la ola en la que está inmerso. No hay una
cura para estos casos, dicen que el tiempo cura todo. Un tiempo de offline y
analizar la raíz de la situacion, pueden ser algunas pistas para salir de las
aguas encrespadas de las RS.
[1] (2022). Identidad en tiempo real. En la
revista El Ornitorrinco Tachado. Revista de Artes visuales. n. 16. https://doi.org/10.36677/eot.v0i16.18818
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