Religión y Doble A: Cosas por limpiar

 

Samuel Hernández Vázquez

En torno a la serie Cosas por limpiar se han realizado reseñas desde distintos puntos para abordar su contenido. Las formas de pobreza del capitalismo del siglo XXI en las grandes sociedades se ha vuelto un tema para las productoras de entretenimiento streaming. La pobreza es la ventana para mostrar a los sujetos vulnerables víctimas de las instituciones económicas, sociales y políticas del sistema capitalista: las mujeres. La serie capta la difícil situación económica que acompaña la violencia contra la mujer y sus instituciones patriarcales. Una serie que adapta la novela Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother’s Will to Survive de Stephanie Land. Publicada en 2019, el libro narra las vivencias de su autora luego de salir de una relación violenta y vivir casi en la indigencia con una hija pequeña, llevándola a obtener varios trabajos como asistenta de limpieza en hogares de familias de clase alta (Lomelí, 2021).

Con este preámbulo me gustaría enfocar a dos instituciones que aparecen de forma implícita en la serie representadas en el papel Sean el novio de Alex y Hank el papa de Alex. Instituciones rancias que mantienen principios morales con estereotipos y roles bien determinados para hombres y para mujeres en el matrimonio. La violencia que ejerce Sean sobre Alex se argumenta comenzando por la madre (Paula) quien en toda la serie muestra el acoso, violencia, estafa ejercida por sus parejas sentimentales y que de algún modo la normaliza y justifica; desde el padre, convertido al cristianismo, violento y sobrio por los efectos del Doble A, mantiene a la nueva esposa bajo el rol de ama de casa, abnegada y dispuesta siempre para él; y finalmente, Doble A una organización social que ayuda a combatir de manera personal el alcoholismo, la vida del patrocinado jira subordinada a su normativa.

La religión y Doble A forjan de la masculinidad un estereotipo: "el varón violento"; primero, porque el hombre tiene moralmente prioridad sobre la mujer; segundo, él es quien tiene toda responsabilidad de proveer económicamente el hogar; tercero, es el único que puede andar por el mundo sin restricciones morales, pues todo se le justifica por el hecho de ser varón. Las oraciones religiosas van encaminadas a normalizar la violencia, consagrarla a Dios para el orden familiar, social y del Estado. Las plegarias sirven para controlar la subjetividad de hombres y mujeres, aceptar de manera voluntaria su posición y ejercer el rol social asignado.

“Solo por hoy” es el lema que eterniza la guerra contra el alcohol para aquellos que se han revelado en su contra. El padrino y el ahijado se vuelven tan cercanos que enfrentan al adversario de manera conjunta, arreglan lo que no funciona de la vida del ahijado: familia, casa, trabajo. Desde este punto de vista Alex es propiedad de Sean, que influido por estos criterios morales y sociales intenta mantenerla por todos los modos bajo su mando.

Me parece impresionante la serie porque pone a cuadro los estereotipos patriarcales de manera magistral: formas de dominación masculina que en muchos tipos de sociedades siguen imperceptibles. Miles de hogares bajo una violencia irracional fundada por instituciones que la justifican, la normalizan y la consagran bajo el premio de una vida mejor después de la muerte. La violencia familiar no solo muestra a instituciones con buenas intenciones, sino una sociedad capitalista que devasta, aniquila y controla la subjetividad de hombres y mujeres. Estructuras económicamente polares, que bajo la ley del más fuerte es quien sobrevive.


Lomelí, Alejandra (2021). Las cosas por limpiar. Top de críticas, reseñas y calificaciones. En Tomatazos, en línea, fecha de consulta 24 de octubre de 2021, disponible en: https://www.tomatazos.com/articulos/672259/Las-cosas-por-limpiar-Top-de-criticas-resenas-y-calificaciones



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