Club de verano
Las vacaciones escolares coinciden con el verano y el temporal de lluvias. Todo enverdece, matorrales altos en las praderas alejadas al pueblo, por los ríos corre el agua que escurre de los cerros. Eran de un periodo corto, que luego tornasen amarillos. Desde aquella casa se observan las praderas multicolor florecer y en un suspiro desaparecer. Allí reinaba la juventud y la pobreza de costumbres. El cielo estaba todo azul, el sol muy ardiente. Las moscas tenían reflejos verdes y zumbaban, tarareando cálidas canciones. En el cielo trinaban pájaros de diferentes colores sin cesar. Lo más divertido era que no teníamos que ir a la escuela, porque siempre tenía prioridad, además del trabajo familiar. Las expediciones para conocer lugares insólitos no se hacían esperar, sobre todo los prohibidos. En la cuadra había dos clubes de Toby organizados por edades. El club del Llano, así le llamaban al club de los adultos; jovenes expertos, enseñaban y tutoraban en el mundo de las artimañas, le...