El capitalismo en la esfera actual: Homo homini lupus

Homo homini lupus:
el capitalismo en la esfera actual
Samuel Hernández Vázquez
12 de noviembre de 2010

1. Introducción

¿Qué es el capitalismo? Nos preguntamos a diario queriendo dar una respuesta a miles de problemas que acechan nuestra vida cotidiana. Nos quejamos una y otra ves de las injusticias que sufrimos, pero pronto las olvidamos satisfaciendo aquello que deseamos. Nunca vamos a fondo, solo buscamos la manera de obtener el mejor beneficio o la mejor satisfacción. ¿Qué es capitalismo? Hay muchas respuestas: unas favor o tras en contra, algunas realistas, algunas acertadas, pesimistas, etc. Explicarnos el capitalismo nos hace o sumirnos en una depresión o buscar posibilidades esperanzadoras. ¿Otro mundo es posible? En la medida que no nos engañemos, en la medida de ver las cosas en su proceso sin juzgarlas podremos tener nuevas alternativas.
Homo homini lupus es así como he titulado este ensayo y es que, en el hombre se concentran muchas contradicciones que muchas de las veces no podemos explicar: el capitalismo es una de ellas. Hemos avanzado en tecnologías, en ciencia y muchas cosas más, y aun nos seguimos asombrando de todo aquello que aún no conocemos, sobre todo, nos seguimos asombrando de nosotros mismos: del hombre. ¿Qué es el capitalismo? Creo que esta locución latina nos dice mucho de eso que es el capitalismo. Un sistema social donde rige a pulso la ley del más fuerte, donde no importan los medios, ni mucho menos los fines. Un sistema ciego absorto por las pasiones y el egoísmo. El hombre es lobo para el hombre.
No podemos quitarnos esta perspectiva para desarrollar a continuación este ensayo, puesto que, las corrientes que se describen son parte de este sistema donde la injusticia no existe, más que, en carne propia de miles de personas que son desarraigadas de si mismas y de su dignidad; si es que teóricamente existe. El liberalismo, keynesianismo y monetarismo un proceso histórico desde la perspectiva de los vencedores que implantan sus sistemas y políticas sin remordimiento alguno. Termino con una percepción muy personal de la sociología y economía desde el punto de vista de un estudiante de sociología.

2. El capitalismo desde la perspectiva del liberalismo
El liberalismo surgió como consecuencia de la lucha histórica de la burguesía por superar los obstáculos que el orden jurídico feudal oponía al libre desarrollo de la economía y por acceder al control político de la sociedad, el liberalismo adquiriría con el tiempo una importancia capital en la vida política, económica y social de los estados modernos (Academicos, 2010). El liberalismo es el símbolo del estado moderno y es fundamentado en las teorías racionalistas y empiristas de la Ilustración sobre todo, en la propagación económica que generó la industrialización.
Según la escuela liberal, la economía posee sus propios mecanismos de autorregulación, que actúan eficazmente siempre que el estado no dificulte su funcionamiento espontáneo. A la escuela clásica y fundadores de esta corriente pertenecen Adam Smith y David Ricardo, quienes desarrollaron e impulsaron el liberalismo con las particularidades de sus teorías. Estos pensadores tratan de explicar el funcionamiento del novedoso sistema de mercado, para el cual es determinante la libertad de mercado (laissez faire), la propiedad privada y un Estado pasivo en lo referente a la economía (Juarez, 2007). Estos autores creen en la autorregulación de los sistemas de relación e intercambio basados en procesos descentralizados de toma de decisiones. El sistema descentralizado por excelencia para el liberal es el mercado. Pues bien, su dogma primero es que los mercados se autorregulan (Díaz, 2000). No por nada se le llamo “la mano invisible” a aquel proceso de autorregulación que por lógica funciona y que tiene la tarea de estar en el mercado para que las cosas salgan bien y para que todos en igualdad poder acceder a este mercado.
Así pues, la coherencia misma del liberalismo exigía la igualdad de oportunidades de los individuos y, consecuentemente, la igualdad última de todos ante la ley, cuyo imperio se afirmaba también ante los mismos poderes públicos (Academicos, 2010).
Desgraciadamente los mercados reales (no el que proponen los economistas clásicos) son terriblemente imperfectos y tienen fallos. En efecto, los mercados reales no sólo padecen de externalidades sino también padecen de serios límites: a menudo no se vacían (por ejemplo, los mercados laborales con desempleo voluntario) y, en cualquier caso, son incapaces de suministrar determinados tipos de bienes, los bienes públicos, de los que dependen crucialmente la equidad o la integración social (Díaz, 2000). Los clásicos ponen su esperanza en “la mano invisible” y crean un sistema perfecto, en cual, las crisis son superadas por si mismas. En la cita anterior, nos dice, la teoría es perfecta pero en la practica otras cosas suceden, para esto sale Keynes al rescate de la teoría económica.

3. El capitalismo desde la perspectiva del keynesianismo
El punto de partida de J. M. Keynes fue la crisis de 1929, a partir de la cual desarrolló un modelo general que le permitió explicar el por qué de dicha crisis y cómo corregir los errores que la habían producido. De esta manera la Nación nos dice, en una nota con ocasión del 60 aniversario de su fallecimiento, la percepción de Keynes sobre la crisis:
Según Keynes, lo que pasaba es que, principalmente por una cuestión de expectativas, la gente gastaba poco, y quedaban ociosas parte de la capacidad productiva y la fuerza laboral existentes. Y como en circunstancias tan extraordinarias el problema no se iba a solucionar de manera automática, hasta que la gente volviera a gastar Keynes propuso que lo hiciera el Estado. Caricaturizando, propuso dividir a los desocupados en dos mitades, encargándole a una mitad que hiciera pozos durante el día, y a la otra que los tapara durante la noche (Nación, 2006).
Keynes demostró que el laissez faire llevaba a perturbaciones que ponían en entredicho al capitalismo como sistema económico social; para evitarlos, propuso la intervención del Estado como necesidad ineludible para corregir las desviaciones que se producían en el sistema (Académicos, 2010). El Estado debía estimular la demanda, tanto de consumo como de inversión, a través de procesos monetarios y fiscales y de las propias inversiones públicas. La acción del estado es precisamente la idea central de los ajustes al sistema económico capitalista por parte de Keynes.
Afirma Holloway que el keynesianismo fue presentado simplemente como un avance benéfico, racional y científico en el manejo de la economía, como un planteamiento teórico que sentó las bases para superar el problema de la crisis capitalista y crear una sociedad capitalista justa (2004). Keynes viene a reforzar el sistema económico capitalista en momentos de crisis. La crisis es resuelta por la intervención del estado, sobre todo, lo relacionado con la política fiscal. Keynes aprovecho la circunstancia de la crisis para desarrollar su teoría.
Holloway nos dice que el éxito de la teoría de Keynes no se logró por el pensamiento racional, sino por una combinación de la depresión, el fascismo, y la guerra, por años de conflicto desesperado y violento, del cual el resultado nunca fue certero (Holloway, 2004, p. 84). Sin duda Keynes es visto bien y mal:
De los "puros", a Keynes no lo quiere nadie; ni los marxistas, porque efectivamente encontró como salvar al sistema capitalista sin que la intervención estatal llegara al ciento por ciento; ni los libertarios, porque salvo al sistema capitalista al precio de legitimar la intervención estatal. En términos de la política económica, en el Primer Mundo el keynesianismo fue aplicado entre la Segunda Guerra Mundial y fines de la década de 1960, porque nunca fue pensado para enfrentar la estanflación. En términos de la teoría económica, se paso de un completo dominio inicial a un menosprecio exagerado (Nación, 2006).
Keynes no es la medicina para nuestra crisis, pero sí un admirable ejemplar de médico (Academicos, 2010). Que con sus ideas encamino al capitalismo en época de crisis a salir adelante para que el juego no termine. Las crisis siguen y están presentes hasta nuestros días, así como algunas de las ideas y políticas que Keynes desarrollo, para las relaciones capitalistas.

4. El capitalismo desde la perspectiva del monetarismo
El neoliberalismo surgió en la década de 1950 en las aulas de economía de la Universidad de Chicago, reclamando sus raíces en el pensamiento liberal clásico. Asociado a los nombres del británico de origen austriaco Friedrich von Hayek y del estadounidense Milton Friedman, supuso una reacción contra el entonces hegemónico keynesianismo (Academicos, 2010). Estos primeros neoliberales de este siglo navegaron a contracorriente del Estado interventor y benefactor y, por supuesto, de las economías planificadas del socialismo real, tuvieron como factor central el de libertad, no así el de igualdad. […] libertad abstracta entendida con Hayeck como capacidad de hacer la voluntad con mínima coerción (De la Garza, 1994).
Los principios fundamentales del monetarismo exigen obtener un enorme provecho a la menor cantidad posible, la misma naturaleza de este método pretende un equilibrio entre oferta y demanda para que el sistema sea estable. El monetarismo coloca al dinero como un factor importante dentro de la teoría ya que es el medio de hacer que la economía se este moviendo constantemente, de forma rápida y sin interrupciones. El mecanismo de transmisión del dinero a los precios, los determinantes de la velocidad de circulación y de la demanda de dinero, y el papel general de los tipos de interés en el proceso de expansiones y contracciones monetarias son los temas centrales del monetarismo (Ekelund, 1992).
Uno de los grandes baluartes de la ortodoxia neoliberal es el Fondo Monetario Internacional (FMI). En las crisis financieras de las décadas de 1980 y 1990, los programas de ayuda del FMI a los países en desarrollo estuvieron ligados a programas de ajuste destinados a suprimir la inflación (mediante la aplicación de altos tipos de interés), a eliminar los déficit públicos (reduciendo gastos sociales y subsidios, privatizando empresas, disminuyendo el tamaño de la administración pública, etc.), a cambiar el signo de los déficit comerciales (contrayendo la producción para reducir las importaciones y devaluando las monedas), a eliminar las barreras comerciales y a reformar en profundidad la administración y el sistema financiero (Academicos, 2010).
La resolución de la crisis para los monetaristas bien lo resume la serie de políticas del consenso de Washington: Disciplina presupuestaria, cambios en las prioridades del gasto público, liberalización financiera (especialmente de los tipos de interés), búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos, liberalización comercial, apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas, privatizaciones, desregulaciones, garantía de los derechos de propiedad (Academicos, 2010). Y estas políticas se adoptaron por las deudas que tienen los países, sobre todo con Estados Unidos. Estas fueron las medidas para salir de la crisis.

5. El estudio de la economía vista desde un sociólogo

a) Una sociología que desgarra
La sociología (carrera) me ha mostrado toda la arquitectura que, a grandes rasgos, me lleva a tener una visión de la sociedad. He aprehendido a medias el oficio del sociólogo; a estas alturas del estudio, me pierdo en tantas cosas que semestre a semestre aprehendí. Siempre ha permanecido en mi mente, desde que comencé, la pregunta: ¿qué es sociología? Algunos me remiten a la ciencia, sus imperfecciones, lagunas y éxitos; otros a una cosa u órgano autónomo; otros al hombre y sus dimensiones, algunos más a unas significaciones que se extiende en redes infinitas e históricas, que forman cúmulos de sentido.
El problema, para mí, no es saber ¿qué es sociología? No es una cuestión revertida hacia afuera, sino a la realidad que enfrento constante en mí mismo, en mi interior. Yo como ser social ¿qué soy? Nunca he buscado solucionar los problemas de los demás o de otras personas, sino que, el esfuerzo es constante introyectado a mis interrogaciones, mis ataduras y preocupaciones, ilusiones e aspiraciones, triunfos y fracasos.
¿Qué es la amistad? ¿Qué es la familia? ¿Qué es Dios ahora que todo a desaparecido? Me aferro a seguir poseyendo aquello que ha quedado grabado en mí, en mi cuerpo, porque sé que las ideas no están y se pueden ir. Me da cuenta la memoria, de quién soy, en quien creo y a dónde voy. La angustia no desaparece, después de pasar esta tragedia, hay algo que me empuja a creer, a implorar milagros y jamás desgarrarme de aquello que mi cuerpo (todo mi ser) a tocado y se lo ha apropiado.

b) ¿Y la economía?
La economía es indispensable para adéntranos a las realidades sociales. La economía articula las relaciones entre lo individuos, los moldea y los lleva muchas de las veces a realizar sus sueños. Con la economía podemos ver las realidades de manera más clara y se nos explican los problemas muchas de las veces de raíz.
La economía es necesaria para la sociología ya que, ésta, atraviesa por toda la sociedad. La economía se define por ser una empresa, un hacer social; y es en la sociedad donde toma cuerpo y modula las relaciones. La economía me ha ayudado a entender los grandes procesos sociales, y muchas de las veces la realidad actual. Indispensable para entender la economía a Marx, los clásicos; y como se desprende de la economía política la teoría económica.

6. Bibliografía
· Académicos, B. -M. (27 de febrero de 2010). Liberalismo. Obtenido de Británica universal: http://www.mienciclo.es.wdg.biblio.udg.mx:2048/enciclo/index.php/Liberalismo.
· De la misma enciclopedia los conceptos de: Keynesianismo, Neoliberalismo, Monetarismo, Fondo Monetario Internacional, Consenso de Washington. [Ví: 5 de noviembre de 2010]
· De la Garza, E. (1994). Ciencia económica. Transformación de conceptos. México: S. XXI.
· Díaz, A. F. (2000). El "mundo feliz" del liberalismo. Cuadernos de relaciones laborales (16), 77-98.
· Ekelund, E. (1992). Historia de la teoría económica y de su método. España: Mc Graw Hill.
· Holloway, J. (2004). Keynesianismo una peligrosa ilusión. Buenos Aires: Herramienta.
· Juarez, S. G. (14 de febrero de 2007). Origenenes del liberalismo económico. Recuperado el 9 de noviembre de 2010, de ProQuest: http://proquest.umi.com/pqdweb?index=19&did=1215748701&SrchMode=1&sid=2&Fmt=3&VInst=PROD&VType=PQD&RQT=309&VName=PQD&TS=1289671898&clientId=31312
· Nación, L. (19 de marzo de 2006). ProQuest. Recuperado el 9 de noviembre de 2010, de John Maynard Keynes: la revolucion económica: http://proquest¬.umi-.com/pqdweb¬?did=1005742511¬&sid=5¬&Fmt=3¬&clientId=31312¬&RQT=309-&VName=PQD

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